martes, 23 de septiembre de 2008
sábado, 20 de septiembre de 2008
Autoestima
Actividades de Formación: Curso de corta duración.
Autor Juan Carlos Gomez Mendez, Magister en Gestión de Organizaciones de la Universidad de Cartagena, Colombia.
Autoestima
En psicología, la "autoestima" es la opinión emocional profunda que los individuos tienen de sí mismos, y que sobrepasa en sus causas la racionalización y la lógica de dicho individuo, tambien se puede expresar como el amor que tenemos hacia nosotros mismos.
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El sentimiento valorativo del autoestima
El autoestima es un sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Éste se aprende, cambia y lo podemos mejorar a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etcétera y las experiencias que vamos adquiriendo.El mantenimiento de un buen autoestima es una tarea mayor de cualquier psicoterapia, pues suele ser un síntoma recurrente de los variados problemas conductuales humanos, la presencia de actitudes hipercríticas no-racionales hacia sí mismo.Renny Yagosesky, orientador y autor del libro "Autoestima en palabras sencillas", considera que la Autoestima es una función del organismo y un recurso integral y complejo de autoprotección y desarrollo personal.
Autoestima en pedagogía
El concepto de autoestima ha tenido papeles preponderantes en la toma de decisiones en ciertos sistemas educativos. En particular, a principios de la década de 1990, en Estados Unidos y otros países anglosajones, la autoestima se convirtió en un concepto en boga entre algunos teóricos de la pedagogía. La teoría propuesta en ese entonces, era que la autoestima es una causa de las actitudes constructivas en los individuos, y no su consecuencia, diciéndose que si por ejemplo, un estudiante tiene buena autoestima, entonces tendría buenos resultados académicos. En esta corriente encontramos a autores como Goleman que apoyan que la autoestima influye en el desarrollo del coeficiente intelectual. Esta teoría adquirió una gran notoriedad e influencia entre los responsables del sistema educativo estadounidense, pero con escasa o nula validación estadística y revisión científica.
Y sin embargo, a pesar de la carencia de pruebas de tales afirmaciones, los efectos en la forma de estructurar los planes de estudio y los cursos fueron de importantes a mayúsculos. La idea de promover la autoestima de los estudiantes, llevó en algunos lugares a la supresión de cualquier medida utilizada para distinguir a los mejores estudiantes, para no afectar la autoestima de los que no obtenían buenas notas. Medidas que por lo general obtuvieron resultados contrarios a los que buscaban, al no incentivar el desempeño sino la uniformidad.
La autoestima es una o la mejor base de asentamiento de los sentimientos, desde el punto de vista racional y siempre lo que se tiene que fomentar es la capacidad del individuo y el sentirse como tal. Y la ausencia de todos los sentimientos negativos sobre su capacidad e inseguridad.
Autoestima en la autoayuda
La autoestima es un valor comúnmente enseñado en libros y seminarios de Autoayuda.
El doctor Paul Pearsall, un distinguido neuropsicólogo, maestro, conferenciante y catedrático, ha acuñado el término "autoayudismo", con el cual denomina de forma peyorativa a este género. El doctor, en sus investigaciones dentro del campo de la psicología positiva, ha cuestionado duramente las técnicas y los métodos que en este género se han enseñado a lo largo de generaciones, y en su obra se ha dado a la tarea de intentar demostrar que el género de la autoayuda no solamente no ayuda a las personas a superar los problemas de la vida cotidiana, sino que incluso lo perjudica.
El doctor, muestra inicialmente la tesis de que la autoayuda necesita de la ayuda de la psicología positiva basada en la ciencia y en la investigación. Ataca con firmeza ideas preconcebidas como ciertas como el hecho de que para triunfar en la vida se necesita tener autoestima, el doctor Pearsall cree exactamente lo contrario, el amarse a uno mismo lejos de ayudarnos nos perjudicará pues nos creará perfiles seriamente narcisistas que afectarán nuestras relaciones sociales, siendo un mito pues el hecho de que para amar a otro se debe amar uno mismo primero.
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Actitud Y Motivacion
Actividades de Formación: Curso de corta duración.
Autor Juan Carlos Gomez Mendez, Magister en Gestión de Organizaciones de la Universidad de Cartagena, Colombia.
El estadounidense Reynaldo Ordoñez definió actitud como un estado de disposición nerviosa y mental, organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo dinámico u orientador sobre las respuestas que un individuo da a todos los objetos y situaciones con los que guarda relación. En este sentido, puede considerarse la actitud como cierta forma de motivación social -de carácter, por tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo primario- que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas. Eiser define la actitud de la siguiente forma: predisposición aprendida a responder de un modo consistente a un objeto social.
En la Psicología Social, las actitudes constituyen valiosos elementos para la predicción de conductas. Para el mismo autor, la actitud se refiere a un sentimiento a favor o en contra de un objeto social, el cual puede ser una persona, un hecho social, o cualquier producto de la actividad humana.
Basándose en diversas definiciones de actitudes, Rodríguez definió la actitud como una organización duradera de creencias y cogniciones en general, dotada de una carga afectiva a favor o en contra de un objeto definido, que predispone a una acción coherente con las cogniciones y afectos relativos a dicho objeto. Las actitudes son consideradas variables intercurrentes, al no ser observables directamente pero sujetas a inferencias observables.
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Una Luz de Esperanza
Actividades de Formación: Curso de corta duración.
Autor Juan Carlos Gomez Mendez, Magister en Gestión de Organizaciones de la Universidad de Cartagena, Colombia.
Una Luz de Esperanza
Cuanto más tiempo pasaba con ellos, más veía cómo su fe afectaba sus vidas y sus relaciones. Me dijeron que Dios me amaba incondicionalmente, pero que estaba separado de Él por una condición de alienación llamada pecado. Ellos dijeron que había enviado a Su único Hijo, Jesús, a morir en la cruz para pagar el castigo de mis pecados y que Él resucitó de la tumba para ofrecer vida nueva. Cuando depositara mi fe en Él, me explicaron, Él entraría en mi vida, perdonaría mis pecados, y comenzaría a producir la plenitud que había buscado.
Finalmente, a través de una simple, silenciosa actitud de mi corazón, dije: "Jesucristo, te necesito. Gracias por morir y resucitar por mí. Quiero aceptar tu regalo de perdón. Te abro la puerta de mi corazón y te invito a que entres. Dame la vida abundante que me prometiste". No hubo truenos ni relámpagos. Los ángeles no salieron por detrás cantando el coro "Aleluya" y no llegué a ser perfecto. Pero, gradualmente, comencé a ver cambios. Tuve una paz interior que nunca fluctuó con las circunstancias. Encontré libertad de la culpa y un nuevo propósito para vivir. He visto mi autoimagen mejorar y sentí la libertad de tomar riesgos para amar a otros sin condiciones.
Hay muchos ejemplos de cristianos exitosos y satisfechos: Roger Staubach de los Dallas Cowboys; Julius Erving, una estrella del básquetbol profesional; J. C. Penney, fundador de la cadena de almacenes; el Dr. Charles Malik, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas; Mark Hatfield, senador de los Estados Unidos por el estado de Oregon; Jerome Hines, Amy Grant, Pat Boone y Debbie Boone como artistas, y muchos más. Ser cristiano no garantiza un éxito supremo. Los cristianos tienen sus fallas también. Pero una relación con Dios puede mejorar tu autoimagen, ayudar a clarificar tus metas, fortalecer tu determinación y ayudarte a mejorar lo que hagas. La satisfacción personal que Cristo provee puede hacer una diferencia positiva también.
Así es cómo se puede hacer: recuerda la ilustración anterior acerca de tu compañero de cuarto, tu novia y tu profesor dándote alabanzas. Desafortunadamente, eso no pasa cada día. Pero Dios piensa que eres especial, tan especial que Él envió a Su único Hijo para morir en tu lugar. Cuando llegas a conocer a Cristo personalmente y te das cuenta de la magnitud de Su amor por ti, puedes encontrar fuerzas para aceptarte a ti mismo y mayor libertad para tomar riesgos prudentes. Puedes enfrentar el rechazo con la seguridad de que, aunque todo se vuelvan contra ti, Dios todavía te seguirá amando. Sabiendo que Él quiere lo mejor para ti, puedes incrementar tu determinación para trabajar duro por metas que valen la pena.
¿Qué acerca de ti? ¿Tu definición de éxito incluye la satisfacción personal? ¿Has encontrado el éxito? ¿Tu éxito es suficiente para sostenerte a través de los tiempos duros que puedas tener de aquí en adelante? ¿Has encontrado la satisfacción personal? Qué tragedia seria pasar la vida entera trepando la escalera del éxito sólo para alcanzar el tope y descubrir que la escalera está apoyada contra la pared equivocada. ¿Estás dispuesto a considerar cómo Jesucristo puede hacer una diferencia en tu vida?
Un obstáculo para ser Positivo
Actividades de Formación: Curso de corta duración.
Autor Juan Carlos Gomez Mendez, Magister en Gestión de Organizaciones de la Universidad de Cartagena, Colombia.
Un obstáculo para ser Positivo
Una autoimagen positiva, metas claras, trabajo duro y disposición para tomar riesgos... todo contribuye al éxito. Pero hay un obstáculo mayor para experimentar el éxito y la satisfacción en la vida.
En 1923 se llevó a cabo una muy importante reunión en el Edgewater Beach Hotel en Chicago. Asistieron a esa reunión 7 de los más exitosos financistas del mundo - personas que habían encontrado el secreto de hacer dinero.
Considera lo que le pasó a estos hombres 25 años después. El presidente de la mayor compañía de acero independiente, Charles Schwab, murió en bancarrota y vivió de dinero prestado durante los cinco últimos años antes de su muerte. El presidente de la mayor empresa de servicios, Samuel Insull, murió fugitivo de la justicia, en quiebra y en tierra extranjera. El presidente de la Sociedad de Intercambio de New York, Richard Whitney, cumplió una condena en la Penitenciaría de Sing Sing. Un miembro del gabinete presidencial, Albert Fall, fue perdonado y así pudo morir en su hogar. El más grande "oso" de Wall Street, Jesse Livermore, se suicidó. El jefe del mayor monopolio, Ivan Krueger, se suicidó. El presidente del Banco de Asentamientos Internacionales, León Fraser, se suicidó. Todos ellos habían aprendido bien el arte de lograr un modo de vida, pero aparentemente todos ellos tenían problemas para vivir exitosamente. (7)
El comentarista social Daniel Yankelovich cotiza en unos U$S 100.000 por año su parte en una firma de relaciones públicas: "Yo he logrado el éxito según la definición de otros, pero no me siento satisfecho. Parezco exitoso... Tengo publicaciones, he dado conferencias, he excedido mis metas de ingresos, tengo propiedades y mucha gente depende de mí. Así que, he alcanzado adecuadamente las metas externas, pero son vacías". (8)
Dustin Hoffman es un actor de cine extremadamente exitoso. Su carrera fílmica parece casi deslumbrante e incluye un Oscar por su actuación en "Kramer vs. Kramer". Aun así, considera lo que él dice acerca de la felicidad y la satisfacción: "No sé lo que es la felicidad... Camina por las calles y mira las caras. Cuando demandas felicidad, ¿no estás pidiendo algo irreal?"
El éxito en un área no garantiza la satisfacción en la vida. Puedes alcanzar todas tus metas y todavía no tener paz dentro de ti. ¿Cómo puedes alcanzar tus metas y estar satisfecho a la vez? Y aun si sientes cierto grado de satisfacción, ¿podría haber algo más?
El éxito y la satisfacción
Más y más psicólogos y psiquiatras están viendo la necesidad de desarrollar a la persona total - física, psicológica y espiritualmente - para producir la verdadera satisfacción.
A veces, en nuestra lucha por el éxito, nos concentramos en el desarrollo físico y psicológico, a expensas del desarrollo espiritual.
No mucho tiempo atrás, un grupo de consejeros pasó mucho tiempo en la ciudad de New York entrevistando a algunos de los ejecutivos más exitosos de la nación.
Entrevistaron a editores de diarios y revistas, ejecutivos de agencias de publicidad, bancos, cadenas de TV, tratando de entender las ideas de estos líderes sobre el éxito.
Una pregunta que estos consejeros hicieron involucró el área espiritual: "¿Qué lugar tienen en su vida la fe y los valores espirituales?" En respuesta, el 75% convino que los valores espirituales eran "importantes" o "muy importantes", tanto en el desarrollo personal como profesional. Alguien remarcó: "Si estos pudieran ser fortalecidos, muchas de estas otras cosas perderían su lugar". Aún así, sorprendentemente ninguno de esos líderes ha definido claramente sus convicciones en el área espiritual. Como dijo un locutor de radio con una sonrisa: "Soy inspirable, ¡pero no puedo encontrar a alguien que me inspire!"
Luego, a estos ejecutivos se les habló de alguien que podría inspirarlos, una de las personalidades más influyentes de la historia, una persona que le dio importancia al desarrollo espiritual al igual que el físico y psicológico. La vida y las enseñanzas de este líder influyente y muy exitoso han hecho un impacto muy positivo en mi propia vida también. Quizás un poco de trasfondo pondrá mi descubrimiento en perspectiva.
En la secundaria busqué el éxito a través de los deportes, los estudios y el gobierno estudiantil. Y lo encontré. Me destaqué en básquetbol y atletismo... nuestro equipo de atletismo era invencible. Yo estaba en el tope de mi clase académicamente, estaba involucrado en el gobierno estudiantil y asistía a una de las escuelas secundarias líderes de la nación. John F. Kennedy y Adlai Stevenson se habían graduado allí, así como el dramaturgo Edward Albee y el actor Michael Douglas.
Mencioné estos detalles no para alardear sino para marcar un contraste. El éxito en estas áreas no me trajo la satisfacción personal que quería. Todavía era un introvertido, temeroso a veces de presentarme frente a extraños o de pedirle una cita a una chica. Mis actitudes eran con frecuencia inconsistentes con mi trasfondo. Aparentemente podía parecer muy positivo y amable, mientras que en el interior podía ser negativo y estar resentido con alguien que no me gustaba. La culpa, la ansiedad y una pobre autoimagen muchas veces me impidieron tomar riesgos o ser vulnerable en las relaciones.
Más tarde, en la universidad, todavía estaba luchando en estas áreas. Luego me acerqué a un grupo de estudiantes que tenían algo especial para mí, un amor, un gozo y un entusiasmo que encontraba muy atractivos. Yo apreciaba especialmente el hecho de que me aceptaban tal como era. No tuve que tratar de impresionarlos con una lista de logros, aunque eran buenos, atractivos y exitosos. Aun para las citas no sentía la presión normal de mostrar una imagen de "macho". Parecía que les gustaba y me aceptaban también.
Estos eran estudiantes cristianos y sabía que yo quería lo que ellos tenían. Me hablaron de que habían encontrado una relación personal con Jesucristo. No podía aceptar inmediatamente todo esto, pero aun así continué yendo a sus reuniones porque sentía curiosidad y porque era un buen lugar para conseguir citas. ¡Especialmente porque era un buen lugar para conseguir citas!
La Clave de ser Positivo
Actividades de Formación: Curso de corta duración.
Autor Juan Carlos Gomez Mendez, Magister en Gestión de Organizaciones de la Universidad de Cartagena, Colombia.
La Clave de ser Positivo
Muchos factores contribuyen al éxito. Consideremos algunos:
1. Una autoimagen positiva. Imagina que té despiertas una mañana y tu compañero de cuarto te está esperando para decirte algo. Te dice: "Estaba esperando para decirte qué compañero de cuarto tan sobresaliente eres. Eres tan amable, tan considerado; siempre mantienes el cuarto tan limpio; estar alrededor tuyo me motiva a ser la persona más positiva posible".
Luego que recuperas tu ritmo cardíaco, sales para tu primera clase del día. ¿Quién puede llegar en ese momento sino tu cita del día anterior? Ella viene y te dice; "¡Estoy contenta de encontrarme contigo! Esperaba tener la oportunidad de decirte otra vez qué tiempo fabuloso tuve ayer contigo. Mis amigas están muy celosas de mí. ¡Ellas piensan que soy la persona más afortunada del mundo por estar con alguien como tú! ¡Y yo estoy de acuerdo! Eres tan amigable, tan inteligente. ¡Tienes un gran sentido de humor y eres muy buen mozo! ¡Porque cuando estoy contigo siento como si estuviera soñando!"
Luego flotas hacia tu primer clase. Tu profesor llega con los exámenes que rindieron la semana pasada, pero antes de distribuirlos él dice: "Me gustaría hacer un anuncio. Quiero que todos sepan qué tarea sobresaliente hizo este estudiante en su examen". Él te señala en la primera fila y dice: "Eres un soplo de aire fresco para mí como profesor. Siempre haces tus tareas a tiempo. Frecuentemente haces más que lo que espero de ti. Si cada estudiante fuera como tú, enseñar seria un placer. ¡Estaba incluso considerando dejar de enseñar hasta que apareciste!"
¿No te ayudaría esto a tener una gran actitud hacia ti mismo? ¿Y no te motivaría esto a ser mejor compañero de cuarto, un mejor novio, un mejor estudiante? Te dirías a ti mismo "Soy una persona especial. Después de todo, mi compañero de cuarto, mi novia y mi profesor, todos piensan que soy tan... ¡y ellos no mienten!" ¡Tú no discutirías con ellos ni por un minuto! (1)
Por supuesto, algunas personas piensan en sí mismo en forma tan elevada que sus egos llegan a ser un problema. No obstante, muchos psicólogos coinciden con la Dra. Joyce Brothers cuando dice: "...una autoimagen fuerte y positiva es la mejor preparación para el éxito en la vida". (2)
2. Metas claramente definidas. Apúntale a nada y seguramente acertarás. Apunta a una meta especifica y, aunque no la logres, tendrás la oportunidad de estar mucho más cerca que si nunca le hubieras apuntado.
El programa espacial de los Estados Unidos produjo mucho éxitos y, tristemente, algunos fracasos trágicos. Los éxitos de la NASA ayudan a ilustrar la importancia de establecer metas. Quizás hayas oído de los tres electricistas que estaban trabajando en la nave Apolo. Un periodista les preguntó qué estaban haciendo. El primero dijo: "Estoy insertando transistores en los circuitos". El segundo respondió: "Estoy soldando estos alambres juntos". El tercero explicó: "Estoy ayudando a poner a un hombre en la luna".
¿Cuál de ellos estaba más motivado y satisfecho? Probablemente aquél que vio sus actividades unidas a la meta global.
Sin una clara meta en la vida las obligaciones de todo los días se vuelven penosas. Conociendo la meta de tu vida puede hacer crecer tu motivación y satisfacción al ver cómo las actividades diarias ayudan a lograr esa meta.
A principios de la década del 60, el presidente John F. Kennedy estableció la meta de poner a un americano en la luna para el fin de la década. En 1969, Neil Armstrong dio "su primer pequeño paso". Una meta específica ayudó a la NASA a lograr un gran hito en la historia. Alguien que desee éxito establecerá metas especificas.
3. Trabajo duro. Cualquier atleta exitoso sabe que no habrá gloria en el campo atlético sin trabajo duro. Una verdadera prueba de carácter no es tan sólo el desempeño frente a la multitud, sino cuán duro uno trabaja cuando nadie mira, en la oficina, en la biblioteca, en el entrenamiento.
El presidente Calvin Coolidge creía que "nada en el mundo puede reemplazar la persistencia. El talento... el genio... la educación... no lo harán. La persistencia, la determinación y el trabajo duro hacen la diferencia". (3)
"¿Qué es el éxito?" se pregunta la primer ministro Margaret Thatcher: "Creo que es la mezcla de tener sagacidad para la cosa que estás haciendo... trabajo duro y un cierto sentido de propósito... creo que tengo la sagacidad para... (mi trabajo), pero los sentimientos naturales nunca son suficientes. Tienes que casar esos sentimientos naturales con verdadero trabajo duro".(4)
El ex campeón de peso pesado, James J. Corbett, frecuentemente decía: "Tú llegas a ser el campeón peleando un round más. Cuando las cosas son duras, pelea un round más".(5)
El éxito requiere trabajo duro. Por supuesto, tú puedes extralimitarte y llegar a ser un adicto al trabajo. Un hombre de negocios trabajoadicto tenía un cartel en su oficina que decía: "¡Gracias a Dios que es lunes!". Todos necesitamos equilibrar el trabajo y la recreación, pero el trabajo duro es esencial para el éxito.
4. Una disposición para tomar riesgos. Teodoro Roosevelt expresó el valor de esto en una de sus declaraciones más famosas: "Es mucho mejor arriesgarse a cosas importantes para ganar gloriosos triunfos, aun si por mala fortuna se fracasa, que estar al nivel de esos pobres espíritus que ni gozan mucho ni sufren mucho porque viven en el gran crepúsculo que no conoce ni la victoria ni la derrota".(6)
Ingemar Stenmark, el gran esquiador olímpico, dice: "A fin de ganar, tienes que arriesgarte a perder". Considera esta pregunta: "¿Qué harías si supieras que no puedes fallar?" Esa pregunta puede expandir tu visión y ampliar tus sueños. Quizás tu deseo es llegar a ser un gran líder político, un artista, un destacado hombre de negocios, un académico, un atleta estrella. ¿Qué harías si supieras que no puedes fallar?
Ahora pregúntate: "¿Estoy dispuesto a arriesgarme a unos posibles errores a fin de alcanzar esa meta?" El éxito frecuentemente involucra riesgos.
Como ser Positivo ante los Problemas
Actividades de Formación: Curso de corta duración.
Autor Juan Carlos Gomez Mendez, Magister en Gestión de Organizaciones de la Universidad de Cartagena, Colombia.
El éxito es _________________________________________
¿Cómo completarías el espacio en blanco?
"Es fácil", podrías decir. "El éxito es... para un atleta, ganar el campeonato nacional, los campeonatos internacionales, o una medalla de oro; para un artista, ganar un Oscar, un Grammy, o un Emmy; para un ejecutivo, ser el máximo ejecutivo de unas de las 500 empresas líderes; para un estudiante universitario, ser elegido presidente del centro de estudiantes". Pero, ¿es siempre tan fácil de definir?
Muchos años atrás,Carlos, un amigo mío Arabe, pasó tres meses conmigo en Cartagena, Colombia. Una vez, mientras estaba mirando su primer partido de béisbol por T.V., el bateador hizo que la pelota saliera fuera del campo y corrió hasta la base. ¡Los espectadores estaban enloquecidos! Carlos se volvió hacia mí con una mirada curiosa y preguntó: "¿Por qué están gritando? Ellos perdieron la pelota". Para la gente de aquí el bateador tenía un gran éxito. Para alguien de otra cultura, correr a la base era un misterio.
El significado del éxito también varía con las personas. Un diccionario define al éxito como "el logro satisfactorio de una meta que se anheló". Para ser exitoso, debemos lograr la meta y estar satisfecho con el resultado. Con esta definición uno se pregunta si el "éxito" que no incluya una satisfacción personal - un sentido de sentirse bien - es realmente un verdadero éxito.
La Clave del Éxito
Muchos factores contribuyen al éxito. Consideremos algunos:
1. Una autoimagen positiva. Imagina que té despiertas una mañana y tu compañero de cuarto te está esperando para decirte algo. Te dice: "Estaba esperando para decirte qué compañero de cuarto tan sobresaliente eres. Eres tan amable, tan considerado; siempre mantienes el cuarto tan limpio; estar alrededor tuyo me motiva a ser la persona más positiva posible".
Luego que recuperas tu ritmo cardíaco, sales para tu primera clase del día. ¿Quién puede llegar en ese momento sino tu cita del día anterior? Ella viene y te dice; "¡Estoy contenta de encontrarme contigo! Esperaba tener la oportunidad de decirte otra vez qué tiempo fabuloso tuve ayer contigo. Mis amigas están muy celosas de mí. ¡Ellas piensan que soy la persona más afortunada del mundo por estar con alguien como tú! ¡Y yo estoy de acuerdo! Eres tan amigable, tan inteligente. ¡Tienes un gran sentido de humor y eres muy buen mozo! ¡Porque cuando estoy contigo siento como si estuviera soñando!"
Luego flotas hacia tu primer clase. Tu profesor llega con los exámenes que rindieron la semana pasada, pero antes de distribuirlos él dice: "Me gustaría hacer un anuncio. Quiero que todos sepan qué tarea sobresaliente hizo este estudiante en su examen". Él te señala en la primera fila y dice: "Eres un soplo de aire fresco para mí como profesor. Siempre haces tus tareas a tiempo. Frecuentemente haces más que lo que espero de ti. Si cada estudiante fuera como tú, enseñar seria un placer. ¡Estaba incluso considerando dejar de enseñar hasta que apareciste!"
¿No te ayudaría esto a tener una gran actitud hacia ti mismo? ¿Y no te motivaría esto a ser mejor compañero de cuarto, un mejor novio, un mejor estudiante? Te dirías a ti mismo "Soy una persona especial. Después de todo, mi compañero de cuarto, mi novia y mi profesor, todos piensan que soy tan... ¡y ellos no mienten!" ¡Tú no discutirías con ellos ni por un minuto! (1)
Por supuesto, algunas personas piensan en sí mismo en forma tan elevada que sus egos llegan a ser un problema. No obstante, muchos psicólogos coinciden con la Dra. Joyce Brothers cuando dice: "...una autoimagen fuerte y positiva es la mejor preparación para el éxito en la vida". (2)
2. Metas claramente definidas. Apúntale a nada y seguramente acertarás. Apunta a una meta especifica y, aunque no la logres, tendrás la oportunidad de estar mucho más cerca que si nunca le hubieras apuntado.
El programa espacial de los Estados Unidos produjo mucho éxitos y, tristemente, algunos fracasos trágicos. Los éxitos de la NASA ayudan a ilustrar la importancia de establecer metas. Quizás hayas oído de los tres electricistas que estaban trabajando en la nave Apolo. Un periodista les preguntó qué estaban haciendo. El primero dijo: "Estoy insertando transistores en los circuitos". El segundo respondió: "Estoy soldando estos alambres juntos". El tercero explicó: "Estoy ayudando a poner a un hombre en la luna".
¿Cuál de ellos estaba más motivado y satisfecho? Probablemente aquél que vio sus actividades unidas a la meta global.
Sin una clara meta en la vida las obligaciones de todo los días se vuelven penosas. Conociendo la meta de tu vida puede hacer crecer tu motivación y satisfacción al ver cómo las actividades diarias ayudan a lograr esa meta.
A principios de la década del 60, el presidente John F. Kennedy estableció la meta de poner a un americano en la luna para el fin de la década. En 1969, Neil Armstrong dio "su primer pequeño paso". Una meta específica ayudó a la NASA a lograr un gran hito en la historia. Alguien que desee éxito establecerá metas especificas.
3. Trabajo duro. Cualquier atleta exitoso sabe que no habrá gloria en el campo atlético sin trabajo duro. Una verdadera prueba de carácter no es tan sólo el desempeño frente a la multitud, sino cuán duro uno trabaja cuando nadie mira, en la oficina, en la biblioteca, en el entrenamiento.
El presidente Calvin Coolidge creía que "nada en el mundo puede reemplazar la persistencia. El talento... el genio... la educación... no lo harán. La persistencia, la determinación y el trabajo duro hacen la diferencia". (3)
"¿Qué es el éxito?" se pregunta la primer ministro Margaret Thatcher: "Creo que es la mezcla de tener sagacidad para la cosa que estás haciendo... trabajo duro y un cierto sentido de propósito... creo que tengo la sagacidad para... (mi trabajo), pero los sentimientos naturales nunca son suficientes. Tienes que casar esos sentimientos naturales con verdadero trabajo duro".(4)
El ex campeón de peso pesado, James J. Corbett, frecuentemente decía: "Tú llegas a ser el campeón peleando un round más. Cuando las cosas son duras, pelea un round más".(5)
El éxito requiere trabajo duro. Por supuesto, tú puedes extralimitarte y llegar a ser un adicto al trabajo. Un hombre de negocios trabajoadicto tenía un cartel en su oficina que decía: "¡Gracias a Dios que es lunes!". Todos necesitamos equilibrar el trabajo y la recreación, pero el trabajo duro es esencial para el éxito.
4. Una disposición para tomar riesgos. Teodoro Roosevelt expresó el valor de esto en una de sus declaraciones más famosas: "Es mucho mejor arriesgarse a cosas importantes para ganar gloriosos triunfos, aun si por mala fortuna se fracasa, que estar al nivel de esos pobres espíritus que ni gozan mucho ni sufren mucho porque viven en el gran crepúsculo que no conoce ni la victoria ni la derrota".(6)
Ingemar Stenmark, el gran esquiador olímpico, dice: "A fin de ganar, tienes que arriesgarte a perder". Considera esta pregunta: "¿Qué harías si supieras que no puedes fallar?" Esa pregunta puede expandir tu visión y ampliar tus sueños. Quizás tu deseo es llegar a ser un gran líder político, un artista, un destacado hombre de negocios, un académico, un atleta estrella. ¿Qué harías si supieras que no puedes fallar?
Ahora pregúntate: "¿Estoy dispuesto a arriesgarme a unos posibles errores a fin de alcanzar esa meta?" El éxito frecuentemente involucra riesgos.